Sentada en mi auto con la música a volumen alto, oigo a lo lejos un pleito infernal entre mi corazón y mis pensamientos. Trato de subir más el volumen y no se puede; y cierro mis ojos buscando hundirme en el silencio de la noche. Pero al silencio han llegado los ecos de la vida. Por que no obtengo el silencio que tanto anhelo. Es en ese momento que le pido al sereno de la noche paz en mi vida. Pero no escucha mis suplicas y sigue de largo. No se que hacer con el conflicto entre ellos, pues no entiendo que he hecho mal. Cuando todo en el pasado era paz entre ellos, yo era feliz; pero empezó a resurgir una disputa entre el bien y el mal. Desde entonces mi felicidad ha ido disminuyendo; y todas las noches bajo las estrellas me pregunto por que. ¡OH sereno de la noche, no pases de largo, arropa mi vida de la paz que yo quiero! Se que camina por la calle pero no se donde esta. Y este conflicto dentro de mí, ya retuerce mi alma. Busco la salida en ti noche estrellada; cuando la pude ver de lejos un día mi alma no se pudo contener, por que se dio cuenta que ella estaba cerca. Y por tal seguiré buscando mi paz entre los pleito de mi vida.